sábado, 8 de diciembre de 2018

Niños con dislexia y otras dificultades del desarrollo: ¿Nos ayudará la cédula escolar?

Autora: Mónica Rousseau
En unos días se prevé la sanción definitiva de la ley de “cédula nacional escolar” con un pretendido alcance nacional.  Esto permitirá al Consejo Federal de Educación contar con información personalizada de la trayectoria de un niño desde jardín hasta la secundaria. Los datos que brindará, de los que tiene que ser garantizada la privacidad, perseguirán fines valiosos: identificar a los niños no escolarizados, conocer el nivel de deserción escolar, saber si completaron el programa de vacunación obligatoria, y con esta información real se podrá prevenir, actuar, reinsertar a los niños.
En el caso de los niños que tienen diferentes problemáticas del desarrollo (dislexia, trastorno específico del lenguaje, déficit atencionales, etc.), es frecuente que sus padres tengan que ir cada año a la escuela a plantear la problemática que tienen sus hijos. A pesar de no haber cambiado de institución, es habitual que los nuevos docentes desconozcan la historia de sus alumnos con sus problemáticas,  y por ende no sepan que algunos de ellos requieren determinadas ayudas. Este hecho que angustia a los padres, también afecta a los chicos porque se pierde un tiempo valioso en tomar medidas. Si un docente sabe cómo un niño funcionó el año anterior puede ver el rendimiento actual como parte de un proceso, tener una visión más realista de lo que le puede pedir, y actuar en forma coordinada, para que los aprendizajes se vayan consolidando gradualmente. De esa forma se evita presentarle pruebas diagnósticas donde el fracaso es una "profecía autocumplida", como así también, generar aprendizajes puramente memorísticas sin significado para el niño, por exceder sus posibilidades de asimilación. Con el conocimiento de los agentes educativos los niños con dificultades se verán protegidos de decisiones improvisadas, de demandas desmedidas, y de la frustración que como consecuencia se desencadena.
Sería fundamental que los docentes puedan acceder a la “cédula nacional escolar” y que esta incluya también el perfil del neurodesarrollo del niño cuando tiene alguna dificultad, como así también otras particularidades que pueda presentar, y conocer las sugerencias de los especialistas tratantes. Muchas veces algunas medidas como: “Darle más tiempo para hacer los trabajos, permitirle leer antes los textos que se van a presentar en clase, tomar una prueba de a partes, dejarle escribir en imprenta”,  son suficientes recomendaciones para que mejore el rendimiento y se sienta motivado.
Como consecuencia,  se beneficiarán los docentes que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y los padres sentirán que hay una coherencia y una mirada integral de su hijo.

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