http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-6634-2011-07-15.html
Quienes trabajamos con niños es común que vayamos a los colegios para explicar las problemáticas, para lograr acuerdos en los apoyos que el niño necesita con el objetivo de trabajar en equipo, cada uno desde su lugar. Sabemos de la importancia de la escuela en el desarrollo cognitivo, social y emocional. Los vínculos que se generan en la escuela tienen una impronta de un enorme peso en el psiquismo del niño, tanto con los docentes, como con sus pares, y le permiten comparar con el modelo que trae de su casa, enriqueciéndose. Y aún más, como terapeutas del lenguaje, sabemos el lugar privilegiado que tiene el lenguaje en un ambiente como el escolar, donde se generan múltiples situaciones de intercambio. Sería imposible pensar que en una casa se puedan producir tal variedad de disparadores donde es el lenguaje el gran vehículo para opinar, disentir, reclamar, aportar, preguntar, y muchísimas otras funciones más, que se generan de forma natural en la escuela, motivadas por el hecho de tener un espacio, darse a conocer, expresar la singularidad de cada uno y desarrollar vínculos afectivos.
A padres, colegas y alumnos para comprender la dislexia y los trastornos del lenguaje.¡Se agradecen los comentarios!
domingo, 24 de julio de 2011
jueves, 21 de julio de 2011
La Nación: Autoestima: un edificio en construcción
http://www.lanacion.com.ar/1390001-autoestima-un-edificio-en-construccion
Este artículo hace alusión a un libro( Autoestima e identidad, de Luis Hornstein) que puede aportarnos mucho a quienes trabajamos con niños y adolescentes con trastornos de aprendizaje. Es fundamental hacerles saber a los padres el poder único que tienen para ayudar a que sus hijos tengan una buena autoestima. Nos encontramos frecuentemente con niños que se sienten incapaces, que se cierran al aprendizaje, que sienten que van a fracasar y que nos lo hacen saber de distintas maneras: oponiéndose a lo que le presentamos, con conductas evasivas hacia toda situación cognitiva, con rebeldía, impulsividad, con una actitud expulsiva hacia todas sus producciones. Cuando se comienza a modificar esto, el sujeto se "amiga" con sus aspectos a modificar, acepta las ayudas y comienza a disfrutar de sentir que puede. Ser partícipes de la construcción de una adecuada austoestima en un niño es más que alentar sus realizaciones, también involucra el saber elegir una propuesta pedagógica que pueda afrontar, brindarle las ayudas en tiempo y forma que necesita para crecer en plenitud, tiempo compartido y de escucha, y facilitarle los caminos para que pueda desarrollar otras capacidades, destrezas, más allá de lo que se espera en una enseñanza formal.
Este artículo hace alusión a un libro( Autoestima e identidad, de Luis Hornstein) que puede aportarnos mucho a quienes trabajamos con niños y adolescentes con trastornos de aprendizaje. Es fundamental hacerles saber a los padres el poder único que tienen para ayudar a que sus hijos tengan una buena autoestima. Nos encontramos frecuentemente con niños que se sienten incapaces, que se cierran al aprendizaje, que sienten que van a fracasar y que nos lo hacen saber de distintas maneras: oponiéndose a lo que le presentamos, con conductas evasivas hacia toda situación cognitiva, con rebeldía, impulsividad, con una actitud expulsiva hacia todas sus producciones. Cuando se comienza a modificar esto, el sujeto se "amiga" con sus aspectos a modificar, acepta las ayudas y comienza a disfrutar de sentir que puede. Ser partícipes de la construcción de una adecuada austoestima en un niño es más que alentar sus realizaciones, también involucra el saber elegir una propuesta pedagógica que pueda afrontar, brindarle las ayudas en tiempo y forma que necesita para crecer en plenitud, tiempo compartido y de escucha, y facilitarle los caminos para que pueda desarrollar otras capacidades, destrezas, más allá de lo que se espera en una enseñanza formal.
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