Los chicos en general disfrutan jugando con una pantalla y son muy hábiles al usarla. Los padres muchas veces satisfacen su deseo facilitándoles para que jueguen una tablet o sino su propio celular. El problema es que quedan un tiempo excesivo paralizados frente a la pantalla. ¿Saben los padres que no es el mejor divertimento? Por lo pronto, le resta tiempo a la socialización, al desarrollo del lenguaje que se aprende solo en la interacción, a la manipulación de objetos que les permite conocer el mundo, a generar juegos creativos. Le trae además irritación en la vista, dificultades para conciliar el sueño, y como remate aparece ansiedad y enojo cuando se le pide que deje de usarla. Aquí una nota que aporta información a tener en cuenta:
http://elpais.com/elpais/2015/10/22/buenavida/1445520901_148193.html?rel=lom&utm_content=bufferf630f&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer
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